Aldo Pinto


El desafío de volver a estudiar a los 50

En este newsletter viajamos al sur para conocer más de nuestros colaboradores que trabajan en el Proyecto Mapa, en la provincia de Arauco. Aldo Pinto fue uno de nuestros entrevistados. Un hombre cálido, acogedor con quien tuvimos una interesante conversación. Hace 14 años trabaja en Besalco MD Montajes, es técnico en administración de empresas y por estos días, se desempeña como jefe administrativo y logística del proyecto Montaje Civil Electromecánico Bodega de Productos Terminados, cuyo mandante es Celulosa Arauco y Constitución S.A. A su cargo están las áreas de relaciones laborales, adquisiciones, servicios, bodegas y logísticas.

Aldo, oriundo de Pisco Elqui de la Región de Coquimbo, tiene dos hijos, Pablo (21) y Catalina (16), frutos de un feliz matrimonio de 22 años con Marissa Rodríguez, su esposa, quien ha sido un gran  apoyo, en esta trayectoria en la que a él le ha tocado trabajar en distintas partes del país. “Marissa ha sido muy apañadora, generosa, muchas veces estuvo sola cuando alguno de los niños se enfermó por las noches o se accidentó, le tocó hacerse cargo como apoderado de todo lo relacionado con el colegio, lo que no es menor y así te podría nombrar un sin número de cosas. Es una tremenda mujer y estoy muy agradecido con ella”.

Pinto cursó sus estudios en La Serena pero no llegó a titularse, por lo que hoy nos cuenta con gran alegría que decidió volver a estudiar a sus 50 años, pero eso no es todo, puesto que sus planes van más allá, después de titularse piensa seguir estudiando ingeniería en administración de empresas. “Esta es en realidad una decisión en la que participaron mi señora y mis hijos, quienes no dudaron en darme su apoyo, es algo de lo que me siento muy orgulloso porque habla de una familia que está unida y permanece unida”, explica el técnico en administración de empresas.

Según nos relata en torno a un café, todo se ha dado de la mejor manera en sus planes estudiantiles, principalmente, por los turnos de trabajo 5x2 que le permiten estudiar en los tiempos libres. Y aunque no es fácil convertirse en estudiante con las responsabilidades que conlleva la vida misma, Aldo confiesa que su hijo Pablo lo ordena cuando se pone disperso, lo llama al orden e incluso, estudia con él y le explica las cosas que no entiende.

En los 14 años que lleva en la empresa, Pinto ha trabajado 11 con el mismo equipo de profesionales por lo que dice se han formado y estrechado grandes lazos entre cada uno de ellos. “En todo este tiempo hemos compartido penas y alegrías, hemos aprendido a conocernos como personas, como amigos y padres de familia. También he tenido la fortuna de trabajar con don Rodrigo Araya, quien ha sido mi gran maestro y mentor, hemos compartido hartos proyectos juntos en el norte. He aprendido mucho con él, siempre he seguido sus lineamientos y formas de trabajar”.