Álvaro Quintero


“Simpático y de alegría contagiosa”

Álvaro Quintero es ingeniero en construcción y actualmente, se desempeña como jefe de oficina técnica de la obra Desal Plant & On-Shore Works, donde su misión es encargarse de todo lo que tiene que ver con el proyecto en cuanto a los plazos y a los costos. Según recuerda, sus inicios en Besalco MD Montajes fueron hace 11 años cuando llegó a trabajar a un proyecto para la Minera Andina, ahí fue donde conoció a su amigo Mauricio Godoy, a quien también entrevistamos para la cuarta edición de nuestro newsletter. Desde aquel entonces cuenta Álvaro, “se fraguó un equipo que hasta el día de hoy trabaja junto, se hicieron profundas amistades y estrechos lazos”.

Como cada miembro de un equipo, Álvaro es importante y con su personalidad y forma de ser ha dejado huella en sus compañeros, quienes lo describen como un hombre bueno para la talla, dueño de una alegría inmensa que irradia y contagia a todos los que se encuentra en su camino a diario.

En cuanto a su vida personal, Quintero nos cuenta que ha vivido toda su vida en Valparaíso, al igual que su esposa Laura. Ambos se conocieron cuando eran estudiantes universitarios, pololearon siete años y luego, decidieron casarse. “Actualmente llevamos 11 de matrimonio y tenemos dos hijos que nos llenan el corazón. La mayor se llama Maite, tiene ocho años y luego, viene Clemente con apenas cuatro. Son puro amor y a pesar del espectro autista o TEA que ambos sufren, logramos realizar actividades juntos cada vez que viajo. Nos preocupamos que por su condición, las actividades que realicemos los fines de semana sean rutinarias para ellos, para que puedan adaptarse con facilidad y pasarlo bien”, explica el jefe de oficina técnica.

“Siempre tenemos una rutina. Yo llego el día viernes y vamos a comer algo, lo que les gusten. Con la mayor vemos monos japoneses y nos dormimos, al día siguiente nos levantamos temprano para ir a la feria y al terminal pesquero con Clemente. El domingo en la mañana vamos a ver a mi hermana, a mi familia o vamos a una parcela que compramos y subimos a los cerros que hay atrás. La gran meta que tengo en la vida, es que ambos lleguen a ser independientes”, dice Álvaro.