Alejandro Rivera




Sociable por naturaleza, alegre, músico y colocolino de corazón

La entrevista con Manuel Alejandro Rivera sorprende desde los primeros minutos, cuando responde a nuestra primera pregunta respecto a su nombre ¿Manuel o Alejandro? Entre risas nos cuenta que, en realidad, se llama Manuel pero nadie lo llama así y que sus papás le pusieron ese nombre porque les gustaba mucho el cantante Rafael de España y su compositor se llamaba Manuel Alejandro. Es ingeniero en logística de profesión y tal como él lo describe “es un arte, puesto que es la forma de mancomunar los esfuerzos. Tiene que ver con la cadena de suministros y de la relación con la vida útil de un elemento que comienza de una manera y termina siendo otro. En la compañía donde se desempeña como jefe de adquisiciones y logística corporativo desde hace 14 años, su misión es dirigir el equipo de adquisiciones para todos los proyectos que aborda Besalco MD  Montajes.

Casado hace 20 años con su esposa Janet formaron una linda familia compuesta por: Daniela Isidora (16) y Diego Alejandro (12). Se conocieron cuando eran muy niños, cuando los dos se preparaban para la primera comunión en una iglesia donde ambas familias iban cada domingo. “Esa fue la primera vez que nos vimos, de ahí pasaron 23 años antes de volver a vernos. Me acuerdo que me encontré con el cuñado de ella, fue entonces cuando le pedí el teléfono de Janet y la invité a salir. Tres años después nos casamos y más tarde, nos convertimos en padres con la llegada de la Dani”.

Según nos cuenta este ingeniero en logística “disfrutamos mucho estando juntos, sobretodo, cuando salimos de vacaciones. La última vez, fuimos a Bahía Inglesa, recorrimos todos los alrededores en nuestro auto, luego regresamos a La Serena y después, visitamos Pisco Elqui. Nos quedamos en unas cabañas que no tenían televisión, una oportunidad maravillosa para compartir y hacer muchos juegos de mesa con los niños”.

Alejandro es un hombre extrovertido y se nota, sociable por naturaleza y con un lado artista que pocos conocen. Le gusta la música, de hecho, estudió música y  toca la guitarra cada vez que puede. “Me gusta Silvio Rodríguez y cantar canciones de Manuel García, de Gustavo Cerati, siempre me gustaron más sus creaciones de solista más que de Soda Stereo”. También le gusta mucho el fútbol, es entusiasta  cada vez que lo invitan y es colocolino de corazón, herencia de su padre y de su abuelo.

Otro favorito del ingeniero, es la lectura, sobre todo aquella relacionada a la historia, a la primera y segunda guerra mundial, así como también aquellos que son de investigación periodística “aprovecho de leer todos los días cuando viajo en el metro camino al trabajo. Yo diría que al año me leo aproximadamente 30 libros”.