Conociendo a Carlos Mercado


 “Volver aquí ha sido como si nunca me hubiese ido”

Carlos Mercado, sin lugar a dudas, es de la casa, fue parte del equipo de Montajes Delta (MD), compartió y trabajó, codo a codo, con los que hoy comparten grandes responsabilidades al interior de Besalco MD Montajes. Está de vuelta y tal como él comparte con alegría y profunda reflexión, “Cuando llegas a los 50 años tu foco en la vida da un giro en 180 grados, nace una necesidad de dejar una huella, traspasar tu experiencia a otros, para que las nuevas generaciones sigan dándole vida a la empresa donde estés. Por eso, cuando me propusieron incorporarme a Besalco MD Montajes, no dudé en aceptar porque es el lugar donde quiero estar, con las personas que quiero trabajar y la empresa donde quiero aportar con mis conocimientos y dejar una huella” dice Carlos.

Mercado se integró en octubre de 2018 a la empresa para liderar como gerente de proyectos de “Humos Negros” emplazada en la región de Atacama, obra que terminaron con éxito en octubre de este año. Actualmente, se encuentra concentrado en QB2 en Iquique, en el proyecto de la desaladora “Se trata de un sistema de Osmosis inversa para desalar el agua para obtener agua industrial, la que es utilizada en los procesos mineros y es bombeada en varias estaciones de bombeo. Es algo fundamental para el proceso minero, si no tienes agua ni energía, realmente no puedes hacer nada” explica el ejecutivo.

En la medida que avanza la entrevista vemos en Carlos a un hombre sereno, reflexivo, profundo y de muy agradable conversación, por lo mismo sorprende cuando nos cuenta que proviene de una familia achoclonada, más bien desordenada, unida y que se juntan muy a menudo. Todo tipo de celebración es motivo de reunión del clan en su máxima expresión. Este ingeniero civil  de la Universidad Católica es el mayor de tres hermanos y está casado hace 23 años con Alejandra Toro con quien tiene cuatro hijos: Antonia (22), Carlitos (20), Josefina (17) y Florencia (13). “En el verano vamos a Rapel todos los Mercado en pleno, es decir, abuelos, tíos y primos, lo pasamos increíble. Es una verdadera tradición familiar que, cada año, atesoramos en la memoria de cada uno de nosotros. Otra de las tradiciones se da en la Navidad, el 25 de diciembre nos juntamos en la casa de mis papás y, a pesar de que los niños han crecido, mi hermano sigue disfrazándose de viejo pascuero, poniéndole alegría y emoción a la entrega de los regalos. Es muy bonito, espero que sigamos manteniendo las tradiciones familiares y seamos capaces de traspasarlas de una generación a otra” cuenta Mercado.